Cáncer de ovario

Visión general

El cáncer de ovario es causado por un crecimiento anormal de las células de los ovarios, las glándulas reproductivas que se encuentran solo en mujeres y que son los órganos encargados de la producción de los óvulos para la reproducción. Este cáncer es el responsable de más muertes que cualquier otro cáncer ginecológico entre las mujeres, la octava causa de cáncer más común, así como la quinta causa principal de muerte en el total entre hombres y mujeres, siendo más común en caucásicos que en afroamericanos.

Tipos de cáncer de ovario

Hay 3 tipos diferentes de cáncer de ovario, que se clasifican de acuerdo con el tipo de célula en la que se originan:

  • Tumores epiteliales: tumores que se producen en el epitelio (el tejido que recubre el exterior del ovario). Aproximadamente el 90% de los cánceres de ovario son de este tipo. El riesgo de cáncer de ovario epitelial aumenta con la edad (afectando principalmente a mujeres mayores de 60 años), pero puede ocurrir a cualquier edad. Hay varios tipos de cánceres epiteliales del ovario:
    • Seroso
    • Endometrioide
    • De células claras
    • Mucinoso
    • No diferenciado o inclasificable
  • Tumores de células germinales: tumores que se originan en las células productoras de óvulos presentes en el ovario. Este tipo de cáncer de ovario puede ocurrir en mujeres de cualquier edad, pero afecta principalmente a adolescentes y mujeres jóvenes menores de 30 años. Alrededor del 5% de todos los cánceres de ovario son tumores de células germinales. Existen varios tipos de tumores de células germinales del ovario:
    • Teratoma
    • Disgerminoma
    • Tumor del seno endodermal
  • Tumor de los cordones sexuales: tumores que se desarrollan en el tejido conectivo que mantiene el ovario unido y produce las hormonas femeninas (como el estrógeno y la progesterona). Los tumores de los cordones sexuales son relativamente raros (representan solamente alrededor del 1% de todos los cánceres de ovario). Existen varios tipos de tumores de los cordones sexuales:
    • Tumores puros del estroma
    • Tumores puros de los cordones sexuales
    • Tumores mixtos del estroma y de los cordones sexuales

Factores de riesgo

Una serie de factores puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de ovario. Algunos factores de riesgo pueden controlarse, por ejemplo, dejar de fumar, pero otros no, como el historial familiar.

Los factores de riesgo para el cáncer de ovario incluyen:

  • Edad
  • Obesidad
  • Historia reproductiva
  • Fármacos para control de natalidad y/o fecundidad
  • Cirugía ginecológica
  • Andrógenos
  • Estrógenos y terapia hormonal
  • Antecedentes familiares de cáncer de ovario, cáncer de mama o cáncer colorrectal
  • Síndrome de tumor hamartoma
  • Síndrome de Lynch (o cáncer colorrectal hereditario no asociado a poliposis)

Síntomas y signos

El cáncer de ovario puede presentar varios signos y síntomas. Las mujeres son más propensas a tener síntomas si la enfermedad se ha diseminado más allá de los ovarios, aunque algunos cánceres de ovario en etapa temprana también pueden presentarlos, pero no hay que olvidar que al cáncer de ovario se le conoce también como el “asesino silencioso”, ya que muchas mujeres no presentan ningún síntoma. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Hinchazón
  • Dolor pélvico o abdominal
  • Dificultad para comer o sentirse lleno rápidamente
  • Síntomas urinarios como urgencia (sensación como si tuviera que ir), o frecuencia (tener que ir a menudo)
  • Fatiga
  • Dolor de barriga
  • Dolor de espalda
  • Dolor durante el sexo
  • Estreñimiento
  • Cambios menstruales
  • Inflamación abdominal con pérdida de peso

Prognosis

La supervivencia en el cáncer de ovario también está fuertemente asociada con el estadio tumoral: cuando el cáncer se detecta temprano (estados I o II), la tasa de supervivencia a los 5 años es del 95% y 65%, respectivamente, pero la falta de síntomas específicos hace que este cáncer se suela diagnosticar en el 75% de los casos en estadios avanzados (III o IV) y sin haber tenido síntomas previos, donde las tasas de supervivencia son mucho más bajas.

Ovarian Cancer Stages

Además, de manera similar a lo que sucede en el cáncer de pulmón, es necesario biopsiar todas las masas ováricas sospechosas para confirmar su malignidad, que en la mayoría de los casos no lo son (solo en los Estados Unidos cada año se extirpan entre 200.000 y 300.000 de estas masas sospechosas).

Diagnóstico de cáncer de ovario

IMPORTANTE: EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER ES DE VITAL IMPORTANCIA DEBIDO A QUE UN CÁNCER DIAGNOSTICADO EN UNA ETAPA TEMPRANA ―ANTES QUE HAYA CRECIDO DEMASIADO O SE HAYA PROPAGADO A OTRAS ZONAS DEL CUERPO―, TIENE MAYOR PROBABILIDAD DE SER TRATADO CON ÉXITO. POR CONTRA, SI EL CÁNCER SE HA DISEMINADO A OTROS ÓRGANOS, SU TRATAMIENTO SE HACE MÁS DIFÍCIL, Y GENERALMENTE LA PROBABILIDAD DE SUPERVIVENCIA ES MUCHO MÁS BAJA.

Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, en el cáncer de ovario, como en muchos otros cánceres, presenta una mortalidad sustancialmente más alta en las pacientes cuya enfermedad se diagnostica en una etapa más avanzada o si ésta ya se ha metastatizado a otros órganos.

Fuente: Programa SEER (del inglés, Surveillance, Epidemiology and End Results) del Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU.

Estado del arte

Actualmente, no existe un método efectivo para la detección temprana del cáncer de ovario. Por lo general, se diagnostica en etapas avanzadas y solo la mitad de las mujeres sobreviven más de cinco años después del diagnóstico.

Múltiples estudios han demostrado que el pronóstico y la supervivencia dependen en gran medida de la cantidad de tumor que queda tras la cirugía inicial. Las pacientes sin tumor residual o nódulos de menos de un centímetro de diámetro tienen la mayor posibilidad de curación y supervivencia a largo plazo.

La mayoría de las mujeres con cáncer de ovario tienen síntomas. Sin embargo, estos síntomas a menudo son vagos y se pueden atribuir a afecciones menos serias como indigestión, aumento de peso o consecuencias del envejecimiento, lo que hace que el diagnóstico sea realmente difícil. En este sentido, cuando existe sospecha de malignidad, se realiza un examen físico que suele completarse con diferentes procedimientos de diagnóstico ―ecografía, tomografía axial computarizada (TAC), tomografía de emisión de positrones (PET) o resonancia magnética (MRI)―, si durante la palpación se detecta agrandamiento de los ovarios o presencia de fluidos en el abdomen (ascitis).

Por estas razones, se han probado diferentes métodos para el diagnóstico precoz, incluido el uso del marcador tumoral CA 125, pero los resultados no son satisfactorios, ya que este marcador tiene una baja sensibilidad en las primeras etapas y ofrece una alta proporción de falsos positivos en mujeres premenopáusicas.

Desde hace algunos años, los niveles séricos de HE4 ―un marcador tumoral “nuevo”―, ofrecen una mayor sensibilidad para estas etapas tempranas y una mayor especificidad, de modo que a través de una combinación de los valores de CA 125, HE4 y el estado menopáusico de las pacientes, se diseñó el algoritmo ROMA (Risk of Ovarian Malignancy Algorithm), un algoritmo con 3 variables y baja complejidad para ayudar a los doctores en el diagnóstico del cáncer de ovario, pero que sigue arrojando unos ratios de falsos positivos y falsos negativos también bastante elevados.

Otro enfoque diferente buscaba mejorar el diagnóstico precoz mediante la combinación del marcador tumoral CA 125 y las características de la masa ovárica obtenidas mediante una ecografía, lo que condujo al algoritmo RMI (Risk of Malignancy Index), pero al no contar con el HE4, presenta en gran parte los problemas propios de los falsos positivos y falsos negativos de las mujeres premenopáusicas.

Ambos algoritmos son útiles para ayudar en el diagnóstico de masas abdominales y en el control del tratamiento. Aún así, ambos pueden mejorarse claramente porque ROMA no considera el ultrasonido o la edad de la paciente y el RMI no utiliza el mejor marcador tumoral hasta la fecha para el diagnóstico de cáncer de ovario ―el HE4―, así como otras variables que hemos visto están relacionadas con esta enfermedad y que sí se incluyen en nuestro tests MBDAA para cáncer de ovario.

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