Cáncer colorrectal

Visión general

El cáncer colorrectal (también llamado cáncer de colon o cáncer de recto, dependiendo de dónde comienzan, aunque a menudo se agrupan porque tienen muchas características en común), es un cáncer que comienza en el colon o el recto. Estas dos partes forman el intestino grueso. La mayor parte del intestino grueso está formado por el colon, un tubo muscular de aproximadamente 1 metro y medio de largo, que absorbe el agua y la sal del alimento restante después de recorrer el intestino delgado. El material de desecho que queda después de pasar por el colon se introduce en el recto (los 15 cm. finales del sistema digestivo), donde se almacena hasta que sale del cuerpo a través del ano.

La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o recto llamado pólipo. Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer a lo largo de varios años, pero no todos los pólipos se convierten en cáncer. La posibilidad de convertirse en cáncer depende del tipo de pólipo.

Los 2 tipos principales de pólipos son:

  • Pólipos adenomatosos (adenomas): pólipos que a veces se convierten en cáncer (debido a esto, los adenomas se denominan afecciones precancerosas).
  • Pólipos hiperplásicos y pólipos inflamatorios: pólipos que son más comunes, pero en general no son precancerosos.

La displasia, otra condición precancerosa, es un área en un pólipo o en el revestimiento del colon o recto donde las células se ven anormales (pero no como las verdaderas células cancerosas).

Tipos de cáncer colorrectal

El 95% de los cánceres colorrectales se originan en células que forman glándulas que producen mucosidad para lubricar el interior del colon y el recto. Cuando los médicos hablan sobre el cáncer colorrectal, casi siempre hablan de este tipo:

  • Adenocarcinomas: tipo de cáncer que constituye más del 95% de los cánceres colorrectales. Estos cánceres comienzan en las células que forman glándulas que producen mucosidad para lubricar el interior del colon y el recto.

Por otro lado, otros tipos de tumores menos comunes también pueden comenzar en el colon y el recto, como:

  • Tumores carcinoides: tipo de cáncer que comienza a partir de células especializadas en la producción de hormonas en el intestino.
  • Tumores del estroma gastrointestinal (GIST): tipo de tumores que se originan en células especializadas en la pared del colon llamadas células intersticiales de Cajal y que en algunos casos no son cancerosas (benignas). Estos tumores se pueden encontrar en cualquier parte del tracto digestivo, pero es inusual encontrarlos en el colon.
  • Linfomas: tipo de cáncer de las células del sistema inmunológico que generalmente comienzan en los ganglios linfáticos, pero también pueden comenzar en el colon, el recto u otros órganos.
  • Sarcomas: tipo de cáncer que puede comenzar en los vasos sanguíneos, capas musculares u otros tejidos conectivos en la pared del colon y el recto. Por cierto, los sarcomas del colon o recto son raros.

Factores de riesgo

Los investigadores han encontrado varios factores de riesgo que podrían aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle pólipos colorrectales o cáncer colorrectal, siendo los más relevantes:

  • Ser mayor
  • Antecedentes personales de pólipos colorrectales o cáncer colorrectal
  • Antecedentes personales de enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
  • Antecedentes familiares de cáncer colorrectal o pólipos adenomatosos
  • Tener un síndrome hereditario
  • El origen racial y étnico
  • Tener diabetes tipo 2

Además, también se han detectado vínculos entre la dieta, el peso, el ejercicio y el riesgo de cáncer colorrectal. La mayoría de los factores relacionados con el estilo de vida vinculados con el cáncer colorrectal son:

  • Tener sobrepeso u obesidad
  • La inactividad física
  • Ciertos tipos de dietas
  • Fumar
  • Consumo excesivo de alcohol

Signos y síntomas

El cáncer colorrectal podría no causar síntomas de inmediato, pero si lo hace, la mayoría de ellos son causados más a menudo por enfermedades distintas del cáncer colorrectal, como infecciones, hemorroides o síndrome del intestino irritable.

Algunos de los posibles síntomas y signos pueden incluir:

  • Un cambio en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o estrechamiento de las heces, que dura más que solo unos pocos días
  • Una sensación de que necesita tener un movimiento intestinal que no se alivie al hacerlo
  • Sangrado rectal
  • Sangre en las heces, que puede hacer que se vea oscuro
  • Calambres o dolor abdominal (vientre)
  • Debilidad y fatiga
  • Pérdida de peso involuntaria

Además, los cánceres colorrectales a menudo pueden sangrar en el tracto digestivo. Aunque a veces la sangre se puede ver en las heces o hacer que se vea más oscura, a menudo las heces se ven normales. Pero con el tiempo, la pérdida de sangre puede acumularse y llevar a un bajo recuento de glóbulos rojos (anemia). A veces, el primer signo de cáncer colorrectal es un análisis de sangre que muestra un recuento bajo de glóbulos rojos.

Prognosis

La tasa de supervivencia en el cáncer colorrectal está relacionada con la etapa en que se encuentra el tumor y su localización. Los tumores que se desarrollan en el recto son más propensos a ser más letales que los que se desarrollan en el colon. Además, la principal diferencia puede notarse entre las etapas iniciales y avanzadas. La tasa de supervivencia relativa a 5 años para las personas con estadio I de cáncer colorrectal es de aproximadamente el 90%, y se encuentra entre el 80% y el 50% en el estadio II dependiendo de si es IIA o IIB, respectivamente. Lo mismo sucede en la etapa III, donde la tasa de supervivencia relativa a 5 años para la etapa IIIA es aproximadamente 80% y 50% en la etapa IIIB. Los cánceres de colon que se han diseminado a otras partes del cuerpo a menudo son más difíciles de tratar y tienden a tener una perspectiva más deficiente. Los cánceres de colon metastásicos o en estadio IV tienen una tasa de supervivencia relativa de 5 años de aproximadamente el 11%. Sin embargo, a menudo hay muchas opciones de tratamiento disponibles para las personas con esta etapa de cáncer.

Diagnóstico de cáncer colorrectal

IMPORTANTE: EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER ES DE VITAL IMPORTANCIA DEBIDO A QUE UN CÁNCER DIAGNOSTICADO EN UNA ETAPA TEMPRANA ―ANTES QUE HAYA CRECIDO DEMASIADO O SE HAYA PROPAGADO A OTRAS ZONAS DEL CUERPO―, TIENE MAYOR PROBABILIDAD DE SER TRATADO CON ÉXITO. POR CONTRA, SI EL CÁNCER SE HA DISEMINADO A OTROS ÓRGANOS, SU TRATAMIENTO SE HACE MÁS DIFÍCIL, Y GENERALMENTE LA PROBABILIDAD DE SUPERVIVENCIA ES MUCHO MÁS BAJA.

Estado del arte

Se han desarrollado algunas técnicas con el objetivo de diagnosticar el cáncer colorrectal. Dichas técnicas son la colonoscopia y los análisis de sangre, pero éstas presentan algunas limitaciones como podrían ser el estrés en el paciente causado por la inserción del tubo o la falta de especificidad del análisis de sangre. Por estas razones, es necesario desarrollar nuevos métodos para abordar la identificación de este tipo de cáncer.